Los vestigios y objetos de los grupos humanos que habitaron el territorio colombiano pueden identificarse a pocos centímetros de profundidad o incluso en la superficie de las áreas que se planea intervenir con los proyectos de hidrocarburos, energía, minería o infraestructura.  

Con el objetivo de identificarlos, implementamos estrategias de muestreo efectivas, con altos estándares técnicos y metodológicos que nos permiten definir el potencial arqueológico del área y formular medidas de manejo arqueológico para su protección antes y durante la ejecución de los proyectos.  

La prospección arqueológica consiste en la excavación de pequeños apiques o como lo llamamos arqueológicamente “pozos de sondeo” para verificar el suelo y confirmar si este se encuentra asociado a materiales o contextos arqueológicos. Generalmente en este tipo de pozos identificamos fragmentos de objetos o huellas en el suelo que nos indican que existe un contexto arqueológico en el área, como un área de vivienda, una tumba, un fogón, un basurero.  

Las excavaciones pueden ir también acompañadas de estrategias de muestreo superficiales, ejecución de barrenos o incluso verificaciones de mayor tamaño dependiendo la metodología planteada en el diagnóstico arqueológico.